¿Estamos viviendo una nueva era del estilo sin reglas?

09.04.2025

Durante décadas, la moda se ha construido sobre una estructura de normas más o menos implícitas: qué se lleva, qué no, qué favorece a cierto tipo de cuerpo, qué colores no deben mezclarse, qué es elegante y qué no. Y sin embargo, basta con mirar lo que sucede en la calle, en redes sociales o incluso en las pasarelas, para darnos cuenta de que algo ha cambiado radicalmente.

Vivimos una época donde conviven los corsés de época y los pantalones cargo, donde los vaqueros anchos regresan mientras los pitillo resisten, y donde lo "feo" se convierte, de pronto, en tendencia. ¿Qué está ocurriendo realmente con el estilo? ¿Es que nos hemos vuelto locos o, por fin, libres?

La respuesta parece estar en una mezcla de saturación, autoconsciencia y (por qué no decirlo) hartazgo. Después de años de ciclos de tendencias cada vez más acelerados, de influencers convertidos en escaparates y de normas estéticas cada vez más agresivas, las nuevas generaciones están diciendo basta. Pero no con un rechazo radical, sino con una apropiación creativa del caos. El nuevo estilo es híbrido, contradictorio, incluso provocador.

La "estética del yo" se impone. No hablamos solo de individualismo, sino de autenticidad. Lo que se valora ahora no es tanto que sigas la tendencia correcta, sino que tengas una narrativa visual propia. No importa si llevas zapatillas rotas con vestidos de noche, si mezclas lentejuelas con algodón o si usas la chaqueta del revés. Lo importante es cómo lo haces, y sobre todo, por qué.

Redes como TikTok han democratizado esta explosión de creatividad. Ya no hay que vivir en París ni trabajar en moda para marcar estilo. Cualquiera con una cámara puede inventar una microtendencia desde su dormitorio. El estilo se ha vuelto accesible, inmediato, emocional. Incluso efímero, sí. Pero profundamente libre.

¿Significa esto que ya no hay normas? No exactamente. Aún existen estructuras, referencias, inspiraciones. Pero ya no son mandamientos, sino materiales. El vestuario de cada uno es ahora un laboratorio, una performance, un lenguaje propio. Y eso, aunque caótico, es profundamente revolucionario.

Así que no, no estamos ante el fin del estilo. Estamos ante el nacimiento de muchos estilos a la vez. Y quizá por eso, por primera vez en mucho tiempo, la moda se siente verdaderamente viva.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar